Las cosas bien hechas.

¿Cómo se llama la sensación de que las cosas buenas te pasan y estás tan tranquilo y confiado porque sabés que estás en el camino correcto que ni te sorprenden?
Menos mal que siempre hay un ojo atento, esta vez el de Pauli, nuestra kinesióloga, que es capaz de mantenerse alerta, aún para cosas tan pequeñas como esta que muestro, pero que, como siempre significan mucho.
Estas fotos que pongo a continuación muestran el antes y después de una sesión de trabajo REB sobre Salvi, es decir que están hechas el mismo día, con menos de una hora de diferencia.





























¿Dónde está la diferencia? En cuánto puede extender la pierna. En cada una de las fotos estamos haciendo que Salvi extienda la pierna todo lo que pueda, sin sostenerla nosotros. (Eso que una persona sin complicaciones haría, dejando la pierna apoyada completamente en el piso en una linea paralela al horizonte. En la primera foto está bastante lejos de eso, en la segunda el ángulo de la rodilla es mucho mayor.
Para que se visualice mejor, agrego unas líneas a las mismas fotos:



¿Más claro, no? Después de un rato de trabajo, sin ningún ejercicio forzado, doloroso, ni siquiera molesto, su pierna puede extenderse mucho más. El efecto de estos minutos de trabajo por supuesto no es definitivo, hay que sumarle muchos, muchos minutos más para que se vayan acumulando en su cuerpo, pero ver esto claramente entusiasma y estimula a seguir. 
Para terminar con las pruebas, una foto más: 


Vistas desde arriba, la pierna trabajada versus la que no, parece más larga. La realidad es que se extiende más. 
Una prueba más de que existen alternativas a los tratamientos invasivos, y cruentos. A las medicaciones peligrosas y las cirugías dolorosas y de larga recuperación.
Seis años ya que elegimos ir por ese camino, y cada día más convencidos. 


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