Bendita rutina

Casi siempre la palabra "rutina" tiene una connotación negativa. Es eso repetitivo, falto de originalidad y emoción que llena nuestras vidas. Pero es tan necesaria!!
Por lo menos que haya algo de rutina nos viene muy bien, que haya cosas que se cumplen, con regularidad, con horarios, sin sobresaltos. Que haya un margen, sí, para cositas fuera de lo común, algo inesperado, pequeñas sorpresas está bien.
Pero al menos en nuestras obligaciones, al menos a mí, me hace bien tener un marco, la agenda con todo anotado, día por día. Me hace sentir segura que haya un plan y que se vaya cumpliendo. Para saber también si hay espacios libres para hacer otras cosas, estudiar, leer, investigar algo que nos interese, desarrollar alguna actividad extra, etc.
Bien entrado ya el año escolar, puedo decir que la rutina de las terapias de Salvador está bien aceitada.
Tiene fonoaudiología en el instituto.Trabajan con el uso de tecnología, adaptaciones para la comunicación aumentativa, switches y también la estimulación orofacial para mejorar masticación, producción de sonido, etc.
En el mismo instituto tiene kinesiología con Lucas, quien en marzo hizo con nosotros el entrenamiento, es decir que suma sus conocimientos a la técnica REB. Estamos muy enfocados al trabajo sobre la cadera y piernas.
O sea que dos veces por semana, Salvi parte hacia el instituto con su mochila cargada con el iPad, el cepillo de dientes, las herramientas de REB, etc.
En las tardes, tres veces por semana tiene hidroterapia, sin duda, una de sus actividades favoritas. Ayer, por ejemplo, salimos de casa con él muy enojado. Ya hacía rato que ningún programa de tele le gustaba, le cambié el canal un millón de veces, y nada. Todo enojo, grito, y amenaza de llanto. Así, enojado, lo cambié para ir a la pileta. Enojado fuimos en el auto, enojado se bajó. Fue meterlo al agua y que se callara. Al ratito nomás, ya se estaba riendo a carcajadas, feliz porque Martín, el profe, lo levantaba con fuerza y lo hacía bajar de nuevo al agua salpicando todo. La pasó re bien, estuvo toda la hora "hablando" mucho y riéndose.
Ya le dije al profe, que la próxima vez que haga lío en casa, se lo llevo a la pileta, no me importa si tiene turno o no.
Y la rutina de sus terapias se completa con todos los ejercicios de REB que le puedo hacer yo en casa, en la tarde. Esto no es tan estructurado. Depende mucho de las otras cosas que yo tenga que hacer, como ayudar a Agustín con su tarea de la escuela, o llevarlo a algún lado. Hoy, por ejemplo, que no tuve muchas otras cosas que hacer, hicimos una hora y media de ejercicios.
Además de que sea importante para los mayores este tema de la estructuración de las actividades, creo que a los chicos una rutina también los hace sentir seguros, poder anticipar las actividades, ordena también sus horarios de comidas y de descanso. Y eso nos viene muy bien a los grandes, que sufrimos de cansancio crónico.
A veces puede parecer sacrificado mantener un esquema de obligaciones y horarios, pero da mucha satisfacción cuando se ven los resultados, como los pequeños logros que día a día van obteniendo los peques.

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