Sábado ideal

A las tres de la tarde, este sábado se convirtió en ideal.
Ya almorzamos. Agus está en la casa de un amigo. Papá trabajando en el patio.
Salvi y yo nos vamos a la colchoneta a hacer los ejercicios.
Afuera está frío, pero aún así el sol da de lleno en el ventanal.
Estoy tomando un té y saboreando despacito kinotos en almíbar, que hizo mi mamá.
Y él está relajado, tranquilo, contento.
Amar la rehabilitación de tu hijo: no tiene precio.

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