Bicicleteando

Y como lo venía deseando desde el post anterior, el fin de semana pasado nos dimos el gusto de ir a probar Las Bicis del Parque.
El sábado, aprovechando que a la hora de la siesta el día estaba lindísimo, nos llevamos nuestras bicicletas y alquilamos una allí, con carrito para llevar a Salvi.
El encargado del local se ocupó de proveerle de toda la comodidad y seguridad posible, adaptando el cinturón, la capota, etc. Improvisamos además con algo de ropa, una especie de almohadón para el asiento fuera más confortable, aunque tranquilamente creo que podríamos haber prescindido de eso.




























 
Un detalle de su cara de preocupación!!!
 

Mientras paseábamos, con Rubén en esa bicicleta, y Agus y yo, uno en cada una de las nuestras, nos poníamos uno a cada lado y le hablábamos y corríamos carreritas; ya se relajó y dejó esa cara de seriedad para reirse a carcajadas.



 
Detalles:
  • Las bicicletas son sumamente livianas y cómodas. Yo no soy ninguna gran deportista, y me resultó muy fácil y agradable llevarlo. Al principio me daba la sensación de que el carrito oscilaría mucho, muy lejos de mi control, sin embargo no es así, se mantiene bien centrado detrás de uno.
  • El precio es muy accesible. Por muy poquito disfrutamos de media hora de pedaleo, lo cual nos alcanzó para dar dos vueltas al circuito del lago. (Sospecho que el amable señor nos regaló algunos minutos, pero igual, para los que no estamos tan acostumbrados a la actividad física, con media hora era más que suficiente).
  • Para los mayores, la propuesta son sillas de ruedas con la bicicleta detrás. (Para el tamaño de Salvi, con la de las fotos estábamos muy bien). Creo que deben ser tan lindas como esta, e igual de fáciles de llevar.
En conclusión: una muy pero muy buena experiencia. A veces (muchas veces) la inclusión tiene que nacer de nosotros en lugar de esperar que los demás nos vengan a sacar de la "zona cómoda". Decidir animarnos a hacer una salida diferente, a experimentar una propuesta, puede convertirse en la ocasión de disfrutar un día distinto, del aire libre y el hermoso paisaje y de hacer una vida normal.
Es muy agradable además la respuesta de la cantidad de gente que el sábado disfruta del parque, todos miran con simpatía esas bicicletas tan originales, contagiándose del disfrute de los usuarios.
En fin, una actividad altamente recomendable, que nosotros intentaremos repetir en breve :)

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