Diferencias de criterios

Esta semana tuve que llevar a Agustín al médico. Venimos de una seguidilla larga de resfríos y manifestaciones alérgicas, con tos, mocos y, a veces, bronco espasmos, que he manejado con algunos remedios (caseros y de los otros), logrando mejorías temporarias, y a los pocos días, otra vez lo mismo.
El fin de semana pasado el bronco espasmo empeoró, lo cual me pone realmente mal. Por haberlo sufrido durante mi infancia y adolescencia, sé bien cuánto duele y desespera esforzarse por respirar.
Así que, habiéndose agotado mis ideas, nos fuimos al pediatra, el mismo que tenemos desde que nació. Aún antes de revisarlo, teniendo en cuenta su historia, su edad, y los antecedentes paternos, me dijo que debíamos tomar medidas para prevenir que llegue a desarrollar asma. Afortunadamente, hoy existen armas con las que ir actuando ahora, antes de que la enfermedad aparezca.
Luego de auscultarlo, escucharlo y revisarlo con cuidado, me recetó la medicación para tratar el cuadro actual de obstrucción. Una vez terminado este plan de antibiótico, corticoide y salbutamol en puff, comenzaremos con la medicación preventiva, un aerosol con otra droga, que Agus tendrá que usar por, al menos, 4 meses. Luego de esto, le realizará una espirometría, para ver cómo resultó.
El pediatra me avisó que este aerosol es caro, y me sugirió que pidiera en mi obra social mayor descuento por este medicamento. Luego de comprobar que realmente es bastante costoso, me decidí a intentar este mayor descuento (siempre me desanima hacer estos trámites, por el tiempo y el papeleo que insumen). Apenas pude, me fuí a la obra social, pregunté y me dieron un detalle de todos los papeles necesarios: copias de documentación personal (de la cual deben tener una parva, ya que por cada trámite que hago me las piden nuevamente), planillas a llenar por el médico, y estudios como análisis clínicos e inmunológicos, radiografías y una espirometría. Le expliqué a la persona que me atendió que el tratamiento a realizar es preventivo, que una espirometría cursando una bronquitis seguramente no iba a salir bien, pero que el pediatra se basaba en su conocimiento del paciente y su historia y antecedentes para prescribirlo. Y además, pensaba, si le hago hacer todos estos estudios, de los cuales tengo que pagar gran parte porque la obra social no lo hace, de qué me sirve el ahorro en la medicación? ¿Qué vale más, el protocolo de obligar a los pacientes a realizarse la mayor cantidad de estudios posible, perdiendo tiempo esperando turnos en diferentes lugares, y dinero pagando estos estudios; o el criterio clínico de un reconocido buen pediatra, que trata a su paciente desde que este salió de la panza de su mamá, y que tiene un registro de cuántas veces y cómo se han manifestado sus enfermedades y la forma en que ha sido medicado?
Veremos qué criterio prevalece, recién dentro de una semana voy a tener la respuesta de si tendremos mayor cobertura o no.


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